jueves, mayo 27, 2010

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TEDEUM DEL BICENTENARIO: AGUER CUESTIONÓ LA POLÍTICA DE DERECHOS
El Arzobispo de La Plata ayer sostuvo que es una interpretación sesgada de los derechos humanos. Polémica. Los festejos del 25 de Mayo tuvieron el tradicional tedeum que se llevó adelante en la Catedral platense y fue encabezado por el arzobispo monseñor Héctor Aguer. En su homilía, el religioso cuestionó la política nacional en materia de derechos humanos y habló de “verdades a medias”.



Al respecto, sostuvo que hay “una interpretación sesgada de los derechos humanos que mantiene abiertas heridas dolorosas e incentiva la división”. Sobre ese punto, afirmó que “la memoria debe ser integral y la verdad completa, porque las medias verdades” generan “resentimiento, agitan los rencores y perpetúan el desencuentro. La aspiración a la justicia no debe servir de disfraz al odio y a la sed de venganza”.
Por otro lado, el arzobispo también se refirió a las leyes que avalan el matrimonio homosexual en el país y las calificó de “leyes inicuas que alteran la esencia natural del matrimonio” y que “alteran la vida de los niños por nacer”.
Además, durante su homilía llamó a que en este Bicentenario todos los argentinos tengan una actitud de esperanza “para alcanzar la plena realización de la nación argentina”.
“La esperanza requiere de nuestra fortaleza, el esfuerzo de realización. La esperanza es un valor personal, pero también se verifica en un sujeto colectivo, en la medida que constituye la auténtica comunidad cohesionada por la amistad social”, sostuvo.
Añadió que “no debe haber chicos sin esperanza, sino ciudadanos plenos que gocen de sus deberes y derechos. No haber meros habitantes y mucho menos clientes del poder de turno”.
En tanto, en el resto del país,  en los distintos tedeum que se llevaron adelante, los arzobispos coincidieron en reclamar un mejor clima social y espiritual, y también pedir, como una necesidad urgente, asumir el desafío de erradicar la pobreza. (ver aparte).
También demandaron a las autoridades trabajar por el bien común y procurar el desarrollo integral de los argentinos.
Por último, y al igual que Aguer, expresaron la preocupación de la Iglesia por los ataques a la familia y a la vida por nacer por el avance legislativo o por fallos judiciales para permitir el crimen del aborto o autorizar el mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo.
Diario Hoy