Madrid, 13 mayo 2010. Incluso el liberal director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, admite que con las medidas económicas que acaba de anunciar el Gobierno (de ocupación) presidido por Rodríguez Zapatero, España se ha convertido en "un protectorado" de la Unión Europea. Disparatadas unas, necesarias pero a destiempo otras, no van acompañadas de limitaciones al salvaje sistema bancario (al contrario: el único acuerdo público de Mariano Rajoy y el Presidente del Gobierno ha sido el de acelerar la destrucción de las cajas de ahorros mediante su fusión, proceso del que FARO se ha ocupado varias veces, y que terminará en su entrega a la banca privada) ni de la reducción del derroche autonómico y "cultural". Se anula el "cheque bebé", pero se continúa subvencionando al terrorismo abortista... Suma y sigue. La derecha liberal, ora estúpida, ora traidora, aplaude con poco disimulo dichas medidas: ellos también están a las órdenes de Bruselas y del capitalismo sin rostro.
Estas últimas medidas representan, en suma, un nuevo autogolpe de Estado. Subversión e invasión, saqueo de España y de los españoles, desde Bruselas y desde La Moncloa, con la complacencia de La Zarzuela, que sigue haciendo caja, y la bendición de Washington D.C.
Es necesaria la salida inmediata de España de la Unión Europea y la sustitución del euro por una moneda nacional. Es necesaria la abrogación de la nefasta Constitución de 1978. Y es necesario el fin de la farsa política que nos lleva a la disolución, a la ruina definitiva y a la tercermundización. Es necesario, en suma, que el poder retorne a quien le corresponde: a Don Sixto Enrique de Borbón, nuestra última esperanza.