"Ayúdanos a librarnos de la sed de poder y de la corrupción"
Lunes 10 de Mayo de 2010 | Un sacerdote pidió gestos de grandeza a los políticos para superar las confrontaciones. El padre Ricardo García pronunció la homilía durante la misa que ofició el arzobispo Villalba en la parroquia de Villa Luján.
ampliar | MOMENTO SOLEMNE. El arzobispo, monseñor Luis Villalba, presidió la misa en honor a la Virgen de Luján. LA GACETA / INES QUITNEROS ORIO
La Iglesia de Tucumán pidió a todos los argentinos, especialmente a los gobernantes, actitudes de grandezas para superar las diferencias que dividen a la nación y para generar cohesión social. El encargado de emitir el mensaje fue el padre Ricardo García. Lo hizo ayer durante la misa en honor a la Virgen de Luján que presidió el arzobispo, Luis Villalba, en la parroquia de Villa Luján.
La ceremonia comenzó pasadas las 17 y congregó miles de personas. En las escalinatas del templo se levantó un escenario sobre el cual se colocó el altar. Villalba concelebró la ceremonia junto al clero de la arquidiócesis. Pero el encargado de pronunciar la homilía fue García, párroco de Montserrat y decano de la zona en la que se encuentra la iglesia de Villa Luján.
"El 25 de mayo iniciaremos las celebraciones del Bicentenario de la Revolución de Mayo y, un poco antes, celebramos a María. Así debe ser, porque ella estuvo antes que la patria. Debemos tener en claro que ser patria es una bendición de Dios, y ser nación, un esfuerzo de todos", expresó el sacerdote.
Tras hacer un resumen de la historia de la Virgen de Luján, García recordó un mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina que se refiere a los 200 años de la patria. "Nuestros obispos pidieron que la celebración del Bicentenario nos encuentre a los argentinos en una situación distinta de la que vivimos hoy, en la que hay tanta confrontación. Esto requiere una actitud de grandeza de todos, especialmente de los gobernantes. Porque, si no, sufre toda la nación y, en particular, los más pobres", afirmó el sacerdote.
Poner el hombro
García dijo que alcanzar los objetivos que plantea este pedido de los obispos exige un gran ejercicio de la corresponsabilidad. "Hay que ponerle el hombro a la nación. Ser buenos cristianos es ser buenos ciudadanos y, como nación, debemos recurrir a María para pedir su protección", agregó el religioso.
En el último tramo de la homilía, García anunció que se iba a dirigir directamente a la Virgen para rogarle por la situación del país. "Sabes como te necesitamos para pacificar nuestra patria. Ayúdanos a liberarnos de la sed de poder; ayúdanos a liberarnos de la corrupción y a ser corresponsables de la construcción de la nación. Ayúdanos a defender la vida desde su concepción", oró el sacerdote.
La ceremonia comenzó pasadas las 17 y congregó miles de personas. En las escalinatas del templo se levantó un escenario sobre el cual se colocó el altar. Villalba concelebró la ceremonia junto al clero de la arquidiócesis. Pero el encargado de pronunciar la homilía fue García, párroco de Montserrat y decano de la zona en la que se encuentra la iglesia de Villa Luján.
"El 25 de mayo iniciaremos las celebraciones del Bicentenario de la Revolución de Mayo y, un poco antes, celebramos a María. Así debe ser, porque ella estuvo antes que la patria. Debemos tener en claro que ser patria es una bendición de Dios, y ser nación, un esfuerzo de todos", expresó el sacerdote.
Tras hacer un resumen de la historia de la Virgen de Luján, García recordó un mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina que se refiere a los 200 años de la patria. "Nuestros obispos pidieron que la celebración del Bicentenario nos encuentre a los argentinos en una situación distinta de la que vivimos hoy, en la que hay tanta confrontación. Esto requiere una actitud de grandeza de todos, especialmente de los gobernantes. Porque, si no, sufre toda la nación y, en particular, los más pobres", afirmó el sacerdote.
Poner el hombro
García dijo que alcanzar los objetivos que plantea este pedido de los obispos exige un gran ejercicio de la corresponsabilidad. "Hay que ponerle el hombro a la nación. Ser buenos cristianos es ser buenos ciudadanos y, como nación, debemos recurrir a María para pedir su protección", agregó el religioso.
En el último tramo de la homilía, García anunció que se iba a dirigir directamente a la Virgen para rogarle por la situación del país. "Sabes como te necesitamos para pacificar nuestra patria. Ayúdanos a liberarnos de la sed de poder; ayúdanos a liberarnos de la corrupción y a ser corresponsables de la construcción de la nación. Ayúdanos a defender la vida desde su concepción", oró el sacerdote.