El hombre era científico, y ateo. Se encontraba enfrascado en la redacción de un libro de investigación sobre la neurona humana. Nada cercano a Dios, ni siquiera se le cruzaba por la cabeza el asunto. En ese momento de su vida alguien lo invitó a investigar científicamente algo que algunos pobres incultos llamaban un “milagro de Dios”.
Dispuesto a destrozar científicamente a esas pobres gentes que a él se le presentaban como ignorantes, se lanzó a la tarea.
Su vida nunca volvió a ser la misma. El propio método científico que él había idolatrado, le demostró la existencia de Dios, Omnipresente y Omnipotente. El científico quedó confundido, mientras Dios golpeaba su mente con más y más evidencias. En un momento determinado, el hombre de ciencia se transformó en el hombre de fe, y consagró su vida a seguir demostrando científicamente la existencia de Dios.
Pocas veces hemos visto relatos tan extraordinarios como los del Doctor Ricardo Castañón, el héroe de nuestra historia. Maravíllese con estos relatos, que pondrán en su alma un puente entre mente, y corazón, entre razón, y espíritu. Nada será igual después de ver cómo la ciencia del hombre puede unirse a las grandes verdades de la fe.
Ciencia y fe, van de la mano. Descubra estas maravillas en el reportaje al Dr. Castañón.