Buenos Aires, 1 Abr. 09 (AICA) | ||
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El ex presidente argentino, doctor Raúl Ricardo Alfonsín, quien falleció ayer tras padecer una larga enfermedad, pidió recibir los sacramentos de la Unción de los Enfermos y de la Reconciliación, según dijo a la prensa monseñor Justo Oscar Laguna, obispo emérito de Morón.
A media mañana de ayer, el prelado visitó al ex mandatario en su domicilio de la avenida Santa Fe, en el barrio porteño de la Recoleta. Al salir, contó a la prensa que Alfonsín “no soltaba” su mano, durante el breve momento que permaneció junto a él.
Monseñor Laguna dijo que le impartió “una bendición” y confirmó que en diciembre pasado Alfonsín le pidió que le administrara los sacramentos de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos.
El obispo y amigo del ex presidente contó que cuando lo visitó, Alfonsín "estaba muy mal, pero muy lúcido. Ya me iba, cuando me agarró la mano y me besó el anillo. Yo lo besé en la frente y lloré como un loco", reconoció.
Tras señalar que no lo conocía hasta antes de las elecciones de 1983 y precisó que "recién lo conocí por la misión que me encomendó el Vaticano por el conflicto del Beagle".
"La paz no sólo se logró con el cardenal (Antonio) Samoré, sino también por Alfonsín que llamó a una consulta popular. Si no, casi volvíamos a la guerra", reveló que "soportó los dolores de su enfermedad con una serenidad extraordinaria",
A media mañana de ayer, el prelado visitó al ex mandatario en su domicilio de la avenida Santa Fe, en el barrio porteño de la Recoleta. Al salir, contó a la prensa que Alfonsín “no soltaba” su mano, durante el breve momento que permaneció junto a él.
Monseñor Laguna dijo que le impartió “una bendición” y confirmó que en diciembre pasado Alfonsín le pidió que le administrara los sacramentos de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos.
El obispo y amigo del ex presidente contó que cuando lo visitó, Alfonsín "estaba muy mal, pero muy lúcido. Ya me iba, cuando me agarró la mano y me besó el anillo. Yo lo besé en la frente y lloré como un loco", reconoció.
Tras señalar que no lo conocía hasta antes de las elecciones de 1983 y precisó que "recién lo conocí por la misión que me encomendó el Vaticano por el conflicto del Beagle".
"La paz no sólo se logró con el cardenal (Antonio) Samoré, sino también por Alfonsín que llamó a una consulta popular. Si no, casi volvíamos a la guerra", reveló que "soportó los dolores de su enfermedad con una serenidad extraordinaria",