ROMA, 26 Abr. 09 (ACI).- El Gran Maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, Cardenal John Foley, señaló que "el Estado de la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo, pero es también uno de los más importantes, en razón de la autoridad moral del Papa y de la Iglesia de la cual es la cabeza visible".
Así lo expresó el Purpurado hace unos días al recibir el premio Angelicum Alumni Award, instituido por la Pontificia Universidad de San Tommaso, en donde el Cardenal Foley estudió cuando era joven en los años del Concilio Vaticano II.
En su discurso, explica L'Osservatore Romano, el Gran Maestro agradeció a los presentes en latín, recordando la importancia que esta lengua tiene a nivel personal. "Vine a Roma sin saber ni una palabra de italiano y el latín fue un medio privilegiado de mi formación", dijo.
En esta universidad, el Cardenal Foley consiguió el doctorado en filosofía tomista en un año, todo un record. Su tesis sobre "Natural law, natural right ant the Warren Courty", analizaba la jurisprudencia de la Corte Suprema de Estados Unidos.
"Los cursos con los padres dominicos me dieron instrumentos válidos para mis 17 años de enseñanza de filosofía en el Seminario San Carlos Borromeo de Filadelfia y también para mi actividad de periodista y comentarista del Catholic Standard and Times de Filadelfia", resaltó.
Así lo expresó el Purpurado hace unos días al recibir el premio Angelicum Alumni Award, instituido por la Pontificia Universidad de San Tommaso, en donde el Cardenal Foley estudió cuando era joven en los años del Concilio Vaticano II.
En su discurso, explica L'Osservatore Romano, el Gran Maestro agradeció a los presentes en latín, recordando la importancia que esta lengua tiene a nivel personal. "Vine a Roma sin saber ni una palabra de italiano y el latín fue un medio privilegiado de mi formación", dijo.
En esta universidad, el Cardenal Foley consiguió el doctorado en filosofía tomista en un año, todo un record. Su tesis sobre "Natural law, natural right ant the Warren Courty", analizaba la jurisprudencia de la Corte Suprema de Estados Unidos.
"Los cursos con los padres dominicos me dieron instrumentos válidos para mis 17 años de enseñanza de filosofía en el Seminario San Carlos Borromeo de Filadelfia y también para mi actividad de periodista y comentarista del Catholic Standard and Times de Filadelfia", resaltó.