Coliseo Romano |
En ningún tribunal faltaban los notarii porque recogían taquígraficamente todos los actos del proceso, señaladamente en el interrogatorio, por medio de notae o signos de abreviación. Luego se traducía a escritura vulgar, y así pasaban las piezas a los archivos judiciales.
Pero toda la labor de redacción de las Actas y su conservación en los archivos oficiales era obra de los magistrados romanos. Muchas de las actas fueron destruidas por Diocleciano S.III) que había notado que estos relatos heroicos inflamaban el alma de los cristianos y les daban el ejemplo para sufrir; de ahí que los colocó en los libros de la doctrina proscrita, que ordenó recoger y quemar en la plaza pública.
Su lectura ha hecho mucho bien a los cristianos de todos los tiempos.