Lula no imitará a los kirchner
No revisarán las leyes del perdón en Brasil
El Gobierno está dividido pero el presidente del máximo tribunal consideró que derogar la aministía traería “ inestabilidad institucional”.
La revisión de la amistía fue propuesta por el ministro de Justicia, Tarso Genro, pero rechazada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva.
El presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Gilmar Mendes, rechazó la posibilidad de revisar la amnistía otorgada a los militares involucrados en casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar en ese país, entre 1964 y 1985.
Mendes sostuvo que Brasil no debería imitar a países vecinos, aludiendo claramente a la Argentina, según cita O Globo. El jurista dice “La inspiración de nuestros hermanos de América Latina no es la mejor. Tan es así que no produjeron estabilidad institucional. Por el contrario, se produjo bastante inestabilidad a lo largo de los tiempos”.
En Brasil, la aministía fue una decisión de la propia dictadura, tomada en 1979. Fue de doble vía porque a la vez que impide juzgar a todos los militares involucrados en torturas, secuestros y desapariciones, a la vez que permitió la liberación de todos los presos políticos y el regreso de los exiliados.
El ministro de Defensa Nelson Jobim rechazó la idea y dijo que “Cambiar esa legislación sería lo mismo que revocar lo decidido, que fue una pacificación nacional”. Estamos construyendo el futuro y no el pasado, remató. Los militares, a su vez, elaboraron un documento rechazando la medida.
Su par de Justicia Tarso Genro sostiene que la tortura y el secuestro "son crímenes comunes" y no políticos.
Mientras tanto, diversas organizaciones de derechos humanos apoyados por grupos estudiantiles realizan diversas manifestaciones apoyando la posición del ministerio de Justicia.
El presidente del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF), Gilmar Mendes, rechazó la posibilidad de revisar la amnistía otorgada a los militares involucrados en casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar en ese país, entre 1964 y 1985.
Mendes sostuvo que Brasil no debería imitar a países vecinos, aludiendo claramente a la Argentina, según cita O Globo. El jurista dice “La inspiración de nuestros hermanos de América Latina no es la mejor. Tan es así que no produjeron estabilidad institucional. Por el contrario, se produjo bastante inestabilidad a lo largo de los tiempos”.
En Brasil, la aministía fue una decisión de la propia dictadura, tomada en 1979. Fue de doble vía porque a la vez que impide juzgar a todos los militares involucrados en torturas, secuestros y desapariciones, a la vez que permitió la liberación de todos los presos políticos y el regreso de los exiliados.
El ministro de Defensa Nelson Jobim rechazó la idea y dijo que “Cambiar esa legislación sería lo mismo que revocar lo decidido, que fue una pacificación nacional”. Estamos construyendo el futuro y no el pasado, remató. Los militares, a su vez, elaboraron un documento rechazando la medida.
Su par de Justicia Tarso Genro sostiene que la tortura y el secuestro "son crímenes comunes" y no políticos.
Mientras tanto, diversas organizaciones de derechos humanos apoyados por grupos estudiantiles realizan diversas manifestaciones apoyando la posición del ministerio de Justicia.