sábado, mayo 03, 2008

Brasil


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Sábado 3 de mayo de 2008



Brasil


Mientras el juez Griesa, en Nueva York, calificaba prácticamente a la Argentina de "estado filibustero", en otra parte de esa ciudad --por cuerda separada, naturalmente--, le otorgaban a Brasil la condición de investment grade , un título honorífico que disciernen las calificadoras privadas de riesgo, indicando, simbólicamente, que los títulos brasileños son tan buenos como los norteamericanos.
En los hechos, el "grado de inversión" invita a los decaídos ahorristas estadounidenses a poner su dinero en Brasil. Ya lo venían haciendo: sólo en este primer trimestre, entraron casi 9.000 millones de dólares. Por ejemplo: ellos van a tener también su "tren bala", entre el puerto de Santos y San Pablo, pero lo harán a su propio riesgo los capitales privados, y no por decreto presidencial ni emisión de deuda que por fin terminaremos pagando nosotros.
Brasil, que se apresta a recibir 50.000 millones este año y otro tanto en 2009, en el curso del mandato de Luis Inácio Lula da Silva sumó 23 millones de miserables al consumo, y ya totalizan 118, en un país que en Wall Street llamaban Belindia: rara mezcla de Bélgica y la India. Mientras, aquí, por culpa de la inflación, hemos vuelto a tener más de 30% de pobres.
La popularidad de Lula llega al 57,5%, y la de Cristina Kirchner no pasa el 37%, pero Lula anticipó ya que no quiere reelección (implicaría reformar la Constitución) y Ciro Gómez suena como sucesor. En suma: todos somos lo que creemos que somos, lo que los otros piensan de nosotros y lo que realmente somos en la conciencia de Dios, pero en la vida internacional, lo que cuenta es cómo nos ven, y así mira al mundo a la Argentina con referencia a su vecino, Brasil.