Es un hecho sorprendente que, en los albores del siglo XXI , la gran mayoría de los habitantes del planeta todavía crean en un dios y esto es válido incluso para aquellos que viven en el “ Occidente Ilustrado “. Pero tampoco se puede negar que el espíritu de ellos que creen que, como Prometeo, pueden vivir sin Dios- o que pueden encontrar substitutos de Dios –también está arraigado en la actualidad, quizá con más fuerza que antes. Este espíritu orgulloso del progreso del hombre y de su potencial aparentemente ilimitado, renuente a la subordinación que se deriva de la idea de Dios, que impulsa primero a la resistencia y luego a la negación absoluta de la existencia de dios, ha prosperado con asombrosa rapidez guante los últimos 250 años.
Es presentado como una expresión de la modernidad, el credo del racionalismo, la marcha del progreso. Predica la irracionalidad de creer en Dios, la fatuidad de la doctrina religiosa, y la malignidad positiva de gran parte de las enseñanzas y prácticas de las religiones organizadas.
LA NEGACIÓN DE DIOS.
En el mundo occidental actual es posible que una mayoría de personas que se consideran instruidas- es decir, que han asistido a la universidad, leen libros con regularidad y se consideran personas que piensan seriamente sobre asuntos públicos del día y sobre el significado de la vida- se puedan calificar de espíritus prometeicos, con variados grados de reconocimiento y entusiasmo. Es escepticismo o la negación de la existencia de Dios es el sello distintivo del moderno homo sapiens, el hombre pensante.
IRRACIONALIDAD.
Una característica de los espíritus prometeicos es la burlarse de las creencias de la gente religiosa, especialmente de los cristianos. Voltaire inició esta práctica que aún hoy es de buen tono .Para estas personas, el cristianismo es una irracionalidad , no sólo porque está de acuerdo con una imposible fe en Dios, que en realidad no existe, y porque es una fuerza antisocial en el mundo por oponerse al control artificial de la natalidad, sino también , y sobre todo, porque enseña una serie de doctrinas ridículas.
Una serie de doctrinas cuestionadas van desde la resurrección de los muertos a la transubstanciación ( la consubstanciación es apenas creíble ), de la creencia en milagros a la inhabilidad papal. Para los prometeicos, la religión sería una fabulación poco seria y destructiva. Y en efecto, si uno hecha una mirada retrospectiva a algunas de las cosas que los hombres religiosos han enseñado y creído a lo largo de siglos de cristianismo, es difícil no sonreír.
Sin embargo, es discutible si predicar y creer en lo manifiestamente increíble es una característica de los cristianos o del homo sapiens en su conjunto. Puesto que lo más destacable acerca del movimiento prometeico no es su hostilidad hacia el cristianismo sino la irracionalidad de sus propias explicaciones de la vida.
Una de las muchas ventajas del historiador es que está permanentemente obligado a referirse a datos exactos, a lo que ocurrió precisamente en un momento determinado ,y a lo que la gente realmente decía y pensaba en ese entonces. Los testimonios de los prometicos, a juzgar por sus declaraciones, no son más impresionantes que los del clero oscurantista e ignorante que ellos denuncian.
Por ejemplo, en 1764, cuando los prometeicos eran ya poderosos en la sociedad instruida, su líder, Voltaire, escribió . “ La religión teológica es la enemiga de la humanidad”.Téngase en cuenta: no una enemiga, sino el enemigo. Ahora hay mucho más enemigos de la sociedad que en la época de Voltaire, pero nadie en sus cabales pondría primero en su lista la “ religión teológica “.
Aquellos que parecen más absurdos son precisamente los que intentaron aplicar los principios de la ciencia contemporánea, las fronteras del conocimiento, para explicar el mundo en términos no religiosos. El francés Emile Litré definió el “ alma “ como “ la suma, anatómicamente de las funciones del cuello y la columna vertebral, y fisiológicamente como la suma de funciones del poder de percepción en el cerebro “.
En cambio, el alemán Ernst Haecket, escribió : “ Ahora sabemos que…el alma ( es ) una suma de movimientos plasmáticos en las células ganglionares “.
En Inglaterra, el profesor Hhon Tydall consideró que “ toda expresión de vida “ estuvo “ alguna vez en estado latente en una nube caliente “. En Francia, el filósofo historiador Hyppolite Taine afirmó : “ El hombre es un autómata espiritual…el vicio y la virtud son productos como el azúcar y el vitriolo”. Los últimos ateos del siglo XIX eran particularmente positivos, aunque contradictorios, sobre el proceso del pensamiento . Karl Vogt argumentó : “ Los pensamientos salen del cerebro como la bilis del higado o la orina del riñón “. Jacob Moleshott fue aún más puntual: “ Ningún pensamiento ( puede surgir ) sin fósforo “.
No parece fácil, pues, tener lucidez sobre la existencia de Dios y su conocimiento por parte del hombre, pues se dan actualmente muchas ideas que la oscurecen, e incluso la niegan más aún que las hasta aquí comentadas. De las certezas que da el conocimiento natural, los testimonios o las experiencias personales, hasta las reflexiones metafísicas, como las vías tomistas, son extremos que se tocan en este trabajo.
( Continuaremos con la 2da. Parte : “ Dios existe “. El Director. )