martes, abril 01, 2008

ARTÍCULO

POR LA MEMORIA COMPLETA
La Semana de la Memoria se ha caracterizado una vez más por la amnesia. De manera que decidí escribir esto para refrescar un poco la parte de la historia que se pretende ocultar. También para dar respuesta a los colegas docentes que aceptaron sumisos la bajada de línea en cuanto al tratamiento que debían darle al tema, algunos obligados por el deber de lealtad al partido al que pertenecen, otros por ignorancia, por miedo o por querer llevarse bien con todos como sea; a los comunicadores con varios años en los medios, que sospechosamente adoptan ahora esa actitud “comprometida” que nunca antes se les conoció, que se dicen independientes cuando en realidad son los “veletas” de siempre que se acomodan según la dirección del viento; al sindicalista olvidadizo, recordándole que los “idealistas” que reivindica fueron los asesinos de Rucci y de Vandor.
Por eso quise evocar a algunos grandes olvidados, caídos por la causa de Dios y de la Patria, maestros y héroes, y en ellos a todas las víctimas de la subversión marxista que agredió a la Nación en los ’70, y que hoy continúa esa agresión por otros medios, con la seguridad de que lo visto en el colegio en que me desempeño se reprodujo igualito en la gran mayoría de las escuelas de la ciudad y del país, porque los ministerios de educación se han transformado en cuevas de ideólogos abocados a una tarea de lavado de cerebro de los jóvenes, porque se miente desde las aulas, desde los medios y desde el gobierno. En nuestro país hubo una guerra del terrorismo marxista contra la Nación, y ese terrorismo asesino volvió y hoy está en el poder.
Vaya el recuerdo entonces para los profesores Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri, asesinados por el ERP en octubre y diciembre de 1974, respectivamente. Del primero rescato su libro La Iglesia Clandestina, donde denunció a los curas zurdos infiltrados en la Iglesia Católica. Del segundo su esclarecimiento sobre el origen y naturaleza de la Guerra Subversiva que atacaba a la Patria. A los oficiales Jorge Roberto Ibarzábal –capturado en el ataque al Regimiento de Caballería Blindada de Azul el 19 de enero de 1974) y Argentino del Valle Larrabure –tomado prisionero en el copamiento de la fábrica militar de Villa María el 11 de agosto de 1974–, torturados y muertos tras penosos cautiverios por los que hoy se han reciclado en los partidos políticos y organizaciones de derechos humanos. Al conscripto Hermindo Negro Luna, caído heroicamente en combate en el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 en Formosa, el 5 de octubre de 1975. De origen muy humilde y analfabeto –en contraposición al conscripto entregador Luis Roberto Mayol, de familia acomodada y estudiante de Derecho–, intimado a rendirse, les gritó a los agresores “no se rinde nadie”. Otra muestra de que no fueron precisamente los pobres quienes nutrieron mayormente las filas guerrilleras, sino todo lo contrario. CAÍDOS EN LA GUERRA JUSTA CONTRA EL MARXISMO ¡PRESENTES!

Profesor Lorenzo Guidobono
DNI23.143.742