El cardenal Rodé invita a «volver a la autenticidad de la vida religiosa»
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 19 marzo 2008 (ZENIT.org).- «Volver a la autenticidad de la vida religiosa» es la propuesta del cardenal France Rodé, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa y las Sociedades de Vida Apostólica, comentando la situación de la vida religiosa en Francia.
«Francia forma parte ciertamente de la realidad de Europa occidental y allí la secularización ha ido bastante fuerte en estos 40 años, tras el Concilio», reconoció el purpurado a «Radio Vaticano».
«Se puede decir que ciertas congregaciones tradicionales sufren a causa de esta mentalidad secularizante que ha penetrado en ellas».
Benedicto XVI, ha subrayado el cardenal , «pone en guardia continuamente contra el peligro de la que llama secularización interna».
«Huir de este espíritu mundano, por tanto, y poner el acento en la vida en comunidad, sobre la vida fraterna, sobre la oración, sobre la pobreza, sobre la obediencia, sobre la castidad vivida en la alegría del corazón y en la libertad interior. He aquí lo que debemos recuperar, lo que debemos vivir intensamente», ha propuesto.
«Vivir intensamente el carisma, volver a la autenticidad de la vida religiosa» es la que el purpurado define «la única vía para salir de esta situación de crisis en la que se encuentra la vida religiosa».
A pesar de los aspectos difíciles, ha admitido, hay también «reacciones sorprendentes».
En este sentido, ha reconocido experimentar «una gran admiración y alegría cuando enc uentras jóvenes monjes, jóvenes padres carmelitas, dominicos, religiosas benedictinas, y los ves llenos de alegría, transparentes, con una gran libertad interior».
«Están visiblemente en su lugar, donde Dios los quiere y viven su vocación en la alegría y en la paz del corazón».
«Este pienso que es el primer testimonio que estos religiosos dan y es un testimonio muy convincente, muy creíble --concluye--. Como decía, en otros tiempos, el filósofo Bergson su existencia es una llamada, no tienen necesidad de hablar».
Traducido del italiano por Nieves San Martín