“ANTONIO GAUDÍ es una de las personas que desde tiempo llevo en mi corazón . Es el verdadero Arquitecto de Dios, como lo llaman. Me encantan sus numerosas obras, ante todo la Sagrada Familia, en donde está su tumba. Algunas de ellas pude admirar personalmente, aunque en forma rápida, durante mi estadía en Barcelona con su Santidad ( JUAN PABLO II ) … Les confieso que estoy profundamente conmovido leyendo sobre su vida : santa, dedicada a las bellas artes, al hombre y al Señor, NATONIO GAUDÍ : piadoso austero, humilde, alegre, laborioso, pobre…Dado que tengo mucho interés en su pronta beatificación, le aseguro mi oración particular por ello “.
Estos párrafos acerca del protagonista que nos ocupa pertenecen al cardenal Estanislao Dziwisz , Arzobispo de Cracovia, ex secretario privado del citado Pontífice. Sus líneas se nos presentan como una síntesis estupenda, de una carta que el pastor polaco le dirigió al presidente de la Asociación pro- Beatificación del artista y nos abren las puertas de un modo ideal al mundo y obra del español GAUDÍ.
COLABORADOR EN LA CO- CREACIÓN
Este fiel laico, catalán y arquitecto, de quien esta en marcha su causa de beatificación, fue calificado como un colaborador en la co- creación, porque conformó su estilo a partir de la contemplación de la naturaleza, de una profunda e inteligente observación de ella, de sus modelos, formas, de las leyes que nos dio el Padre… Ante comentarios o elogios similares ha cerca de sus trabajos, él sólo tenía una palabra de humildad, reflexiones profundas. “ Todo nace del libro de la naturaleza “ , explicaba con insistencia.
GAUDÍ consideró el templo expiatorio que puso bajo su advocación ( aún inconcluso ) como un regalo a los pobres, a quienes quiso destinarles las Riquezas del reino con que está impregnada su obra.
“ Quisiera subrayar- añadió oportunamente el Cardenal emérito de Barcelona, capital de Cataluña, Ricardo María Carlés-el franciscano de GAUDÍ , que en él alcanzó una manifestación muy sugestiva : su amor a la naturaleza, pero también a las pequeñas criaturas de Dios.
Le encantaba detenerse en las pequeñas babosas apoyadas en la piedra, en el reptil con el que daba entre la hierba o en las flores del parque en donde se levanta la torre elevada de la Sagrada familia, llamada a rendir gloria a Dios”. GAUDÍ, él mismo, es un testimonio de Dios y del camino como sendero hacia él.
El Modernismo- recordamos- es conocido en Cataluña como un amplio movimiento artístico que va de las últimas décadas del siglo XIX a las primeras del siglo XX. Pretende actualizar los repertorios figurativos, los elementos decorativos tradicionalmente adecuándolos a las nuevas técnicas, materiales y sensibilidad modernos. GAUDÍ es considerado una figura preeminente, genial, del modernismo catalán. Tras esta puntualización comenzaremos el breve itinerario, la peregrinación terrena del artista, a partir de la infancia.
LA CONTEMPLACIÓN DESDE LA CUNA.
Nació el 25 de junio de 1852 en Reus ( Terragona, región de Cataluña ) en cuya iglesia , bajo la advocación de san Pedro, lo bautizaron al día siguiente. Fue el quinto hijo de Antonia ( de una familia de caldereros ) y Francisco, también con ese oficio.
Pasó su infancia entre Reus y Riudoms , el pueblo cercano del que provenía su padre. Pero como desde niño sufrió de reumatismo articular, con episodios que se repitieron en su vida GAUDÍ, debió pasar largas temporadas en el campo. Allí entre viñedos y olivares, con animales pastando y montañas de fondo, la enfermedad lo llevo como de la mano a perfilar sus sentimientos, su percepción y sensibilidad ; a plasmar en su corazón la semilla de la que germinaría su obra. A la naturaleza la llamó su maestra. Ahí estaba la mano de Dios en lo que encontró su fuente.
Es importante señalar que se crió en un hogar muy piadoso, especialmente devoto de Nuestra Señora de la Misericordia, patrona de Reus. Ya a los 11 años, cuando estudiaba con los religiosos escolapios, comenzó a participar en paseos con sus compañeros, a través de los cuales se fue interesando por los monumentos arquitectónicos, numerosos en su provincia.
A los 17 se instaló en Barcelona con la idea de completar sus estudios y prepararse para iniciar la carrera de agricultura. Pero al faltarle recursos económicos tuvo que avanzar más lentamente y trabajar en forma simultánea como delineante y proyectista junto a conocidos arquitectos de la época como Joseph Fonteseré y Joan Martorell. Mientras tanto, su familia vendía parte de sus bienes para ayudarlo. Este marco de situación ayudó a su maduración personal.
A los 26, en 1878, obtuvo el título de arquitecto y el entonces responsable del establecimiento educativo, Elies Rogent, comentó en el acto de entrega del diploma : “ hoy hemos dado el título de arquitecto a un loco o a un genio. El tiempo lo dirá “
( Continuaremos con la 2da parte:” SU ESPÍRITU Y SU OBRA “ .El Director )