"Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico. Y como mi Señor Jesucristo me enseñó con sus palabras y sus buenos ejemplos a perdonar a los que nos han ofendido, yo declaro que perdono al jefe de la nación que dio la orden de crucificarnos, y a todos los que han contribuido a nuestro martirio, y les recomiendo que ojalá se hagan instruir en nuestra santa religión y se hagan bautizar".
San Pablo Milki
Queridos Lectores:
Quienes hacemos este boletín informático elevamos nuestras plegarias y penitencias al Cielo en desagravio, una vez más, por la profanación de la Iglesia madre de aquellos que peregrinamos en Buenos Aires. Desagravio a Dios Nuestro Señor presente de manera real y sustancialmente en el Santísimo Sacramento, desagravio a Nuestra Señora de los Buenos Aires.
Desagravio que en nuestra oración y penitencia silenciosa hacemos, pero que a su vez reclamamos de nuestros Pastores que el mismo sea público.
¡Basta!
¡Basta a que se profanen los derechos de Dios sin que aquellos que son custodios por excelencia hagan el menor gesto por defenderlos!
¿A qué tememos? ¿Al martirio?
Pues que lo sepan los pastores de Buenos Aires que estas actitudes lejos de alejar los verdugos los acercan y hasta les franqueamos las puertas. Es muy probable que muramos igual, pero distinto será morir por defender la causa de Dios, con la frente alta y aclamando el reinado de Cristo, que morir cobardemente tratando hasta el final de “dialogar”….
Por esas señoras, madres de sus hijos…., no gastaremos tinta, como dijo alguna vez el Cardenal Quarracino, “las cosas hay que tomarlas como de quien viene”, y sabemos bien quiénes son y que solo son capaces de engendrar odio.
Pero si aquellos que deben encabezar la defensa de la Fe y de lo Sagrado y callan, de ellos si nos ocuparemos y a ellos si les reclamamos que se pongan al frente que sepan que hay muchas almas dispuestas a acompañarlos al martirio. Que quede claro que no hablamos de la muerte por ideologías anticristianas, sino al martirio por la fe en Cristo Rey y María Reina.
Desagraviemos hermanos privadamente al Señor y a su Madre y reclamemos al Señor Arzobispo de Buenos Aires el desagravio público a la Iglesia Catedral.
El Caballero de Nuestra Señora
6 de febrero de 2006
Miércoles de Ceniza
Fiesta de San Pablo Milki y compañeros mártires.