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AICA - BAIRES – Servicio Nacional - Viernes 7 de diciembre de 2007
Aguer imploró a Dios sabiduría para los diputados
La Plata (Buenos Aires), 7 Dic. 07 (AICA): El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, imploró a Dios, “como Legislador Supremo”, que conceda “el don de la sabiduría” a los diputados provinciales, “para que sus decisiones nunca se opongan al orden natural”, de forma que “ejerciendo su cargo con humildad, paciencia y desinterés contribuyan eficazmente al desarrollo integral” de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina.
Monseñor Aguer, que acaba de regresar de Roma donde el 20 de noviembre en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, del que es miembro, intervino con una exposición sobre la usura y la deuda externa que algunos medios presentaron como un ataque al gobierno nacional, fue invitado a bendecir el nuevo edificio complementario de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires.
En el acto habló para inaugurar el nuevo edificio el gobernador, ingeniero Felipe Solá; también usó de la palabra el titular del bloque de diputados de la UCR, Jaime Linares, y se hicieron presentes el presidente de la Cámara, doctor Ismael Passaglia; los presidentes de los bloques del Frente para la Victoria, Luis Fernando Navarro, del Partido Justicialista, Juan Antonio Garivoto, del ARI, Horacio Piemonte, de Compromiso para el Cambio, Jorge Macri, y del Paufe, María Susana Ferrara, otros diputados, empleados de la Legislatura, además de los profesionales y obreros que intervinieron en la construcción.
Invocación que Monseñor Aguer rezó la siguiente plegaria:
“Señor, asiste a estos hijos tuyos que al inaugurar este edificio, destinado a la Cámara de Diputados de nuestra Provincia, imploran tu bendición.
“Bendice a los profesionales que diseñaron el edificio y a los trabajadores que se empeñaron en la construcción.
“De un modo especial bendice a quienes aquí desarrollarán sus tareas al servicio de la Provincia. Ilumina las inteligencias de los diputados y de sus colaboradores; infunde en sus corazones la gracia de un amor verdadero y de un generoso espíritu de servicio, de modo que sus esfuerzos estén siempre orientados al bien común y a lograr y afianzar el bienestar integral de todos los bonaerenses.
“Que la actividad legislativa favorezca la consolidación de una vida social, cultural y política basada en la verdad y la justicia, con el respeto que corresponde a la dignidad de cada persona, de cada familia y de sus derechos fundamentales.
Derrama, Señor, el don de la sabiduría sobre nuestros diputados, Tú que eres el Legislador Supremo, para que sus decisiones nunca se opongan al orden natural que estableciste en tu maravillosa creación y que se refleja en la conciencia rectamente formada de todo hombre y de toda mujer de buena voluntad.
“Que ejerciendo su cargo con humildad, paciencia y desinterés contribuyan eficazmente al desarrollo integral de Buenos Aires y de nuestra querida Argentina. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.”+