El presidente Néstor Kirchner ordenó ayer a las Fuerzas Armadas que “dispongan todas las medidas que resulten conducentes” para lograr la recuperación de los restos de los guerrilleros Mario Roberto Santucho y Benito Urteaga, los líderes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) muertos en un enfrentamiento con el Ejército ocurrido en un departamento de Villa Martelli el 19 de julio de 1976, y presumiblemente enterrados en Campo de Mayo.
Kirchner canalizó la orden “urgente” a través de la ministra de Defensa, Nilda Garré. La instrucción de “suministrar toda la información y colaboración que sea requerida judicialmente” fue extendida también a la SIDE.
“Quedamos el Ministerio de Defensa y la Secretaría de Inteligencia abocados también a prestar toda la colaboración necesaria para que pueda llegarse a un buen resultado”, agregó.
Garré anticipó que “vamos a tomar contacto inmediatamente también con los abogados y los familiares para poder avanzar más sobre seguro sobre el supuesto lugar donde estarían los restos, que en principio sería en Campo de Mayo, tratando de ver con qué aproximación podemos llegar”.
Tras reunirse con Kirchner en la Casa Rosada, Garré dio una conferencia de prensa y explicó que se busca “allanar todas las dificultades que impidan la búsqueda de la verdad y la justicia”. De acuerdo con información de los familiares de los guerrilleros, los cuerpos estarían en Campo de Mayo. El abogado de las familias Santucho y Urteaga, Manuel Gaggero, precisó que la medida es consecuencia de una carta-documento que fue enviada al Presidente en junio pasado, con el reclamo para que el jefe del Ejército, Roberto Bendini “entregue los cuerpos”.
“Tenemos la seguridad absoluta de que el Ejército sabe dónde están”, señaló Gaggero, quien en el marco de esta gestión fue recibido por el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y por Garré. Sin embargo, el ex jefe del Ejército general Martín Balza negó tener datos sobre Santucho.
La caída
Santucho y Urteaga, máximos jefes de la guerrilla guevarista, fueron sorprendidos en Villa Martelli por una patrulla del Ejército al mando del capitán de Inteligencia, Juan Carlos Leonetti, quien también resultaría muerto en la balacera. El Ejército nunca dio detalles. Pero al parecer los militares no sabían que habían dado con el líder del ERP y su segundo. Había allí otras dos personas, aún desaparecidas: Ana Lanzillotto de Mena (ambas estaban embarazadas) y la mujer de Santucho, Liliana Delfino. Domingo Mena había caído unas horas antes. Los abogados también reclamaron por ellos.
“Tras el episodio, los militares dieron toda la información en los diarios, pero luego pasaron al secreto total, con vistas a negociar con el ERP el destino de esos cuerpos que para el Ejército eran trofeos de guerra”, dijo Gaggero.
En 2000 hubo excavaciones en Campo de Mayo, en un sector donde en 1976, por poco tiempo, los militares montaron un “museo de la subversión”. En setiembre de 2005 se exhumaron 6 cuerpos NN del cementerio de Boulogne también por orden de la Justicia, pero se comprobó que tampoco eran de los guerrilleros. En esta causa ya declararon, entre otros, los generales Jorge Videla y Santiago Riveros. LA CUESTIÓN MILITAR Antecedentes del Accionar Subversivo Comentarios extraídos de fuentes subversivas (1) El ERP fue la fuerza guerrillera más propiamente militar y con mayor capacidad operativa, no sólo porque poseía unidades rurales en el noroeste argentino, sino porque sus objetivos fueron siempre el enfrentamiento a fuerzas militares acantonadas o en operaciones. Dicho de otro modo, el ERP se proponía derrotar militarmente a las Fuerzas Armadas argentinas y, para ello, operaba de manera de hacerlas salir de los cuarteles y llevarlas a un terreno, en donde la geografía equilibrara la relación de fuerzas. Las ideas militares del PRT no eran para nada originales. La particularidad que lo hacía peligroso para las FF. AA. era su voluntad combatiente; su decir y hacer, quefue el rasgo distinto de Santucho. El PRT entendía que, en los tiempos actuales, la tesis clásica de los comunistas, en el sentido de que la revolución es posible cuando se logra que una parte de las FF AA. se pase alIado del pueblo (los modelos de Rusia y de todas las revoluciones europeas) ya no era posible en una América latina caracterizada por el dominio de la Doctrina de la Segu~ ridad Nacional. La experiencia cubana había demostrado que una fuerza guerrillera, en determinadas condiciones, podía derrotar a un ejército de línea. Pero al mismo tiempo, también era cada vez más evidente que Cuba es la regla y la excepción; de allí la firme oposición de Santucho a toda concepción foquista. Así es como se concibe la idea de la formación de un Ejército Popular, bajo la dirección del Partido. Esta idea fue la traslación de la experiencia de Vietnam, intentando adecuarla a la realidad argentina. En ese sentido y tal cual lo pensaban los vietnamitas, el Ejército Popular debía ser un organismo de masas dirigido por el Partido, pero independiente de él. En modo alguno debía ser el brazo armado del Partido sino el brazo armado del pueblo aunque, en los hechos, fue el brazo armado del Partido. En realidad el control del PRT sobre el ERp, debía ser un problema más político que orgánico. El nexo entre Partido Y el ERP estaba dado por un complicado sistema que partía desde el Comité Central del PRT; que trazaba los grandes lineamientos y el Secretario General del Partido, que era, al mismo tiempo, el Comandante en Jefe del ERP. Del Comité Central se desprendía un Comité Militar Nacional, compuesto por varios miembros del Comité Central, bajo la titularidad del Secretario General.
A partir de allí empezaba la estructura independiente del ERP. Un Estado Mayor Central, compuesto por el comandante en jefe y un grupo de ofcialesiciales a ciales a cargo de una jefatura (Jefatura de Operacwnes, Jefatura de Logística, Jefatura de Inteligencia y Jefatura de Personal). Semejante complejidad traía múltiples confusiones. Comentario (In Memorian Tomo II – Pag 239 El presente enfoque sobre la cuestión militar realizado muy concretamente por Arnold Kremer (alias Luis Mattini} en su libro Hombres y Mujeres del PRT-ERP , quien después de la muerte de Mario R. Santucho asumió la Secretaría General del PRT, nos exime de todo comentario acerca de la intencionalidad, objetivos perseguidos e instrumentación empleada del accionar del PRT-ERP, en pleno ejercicio de un gobierno constitucional en la República Argentina. Esta realidad narrada, que en el futuro la historia se encargará de ubicarla en el lugar que le corresponde, en la actualidad no se la informa ni se la reconoce y si lo hacen es con distorsiones y falsedades. Según esta actitud o concepción político-ideológica de la actualidad, la subversión en el país, en las décadas del 60 y 70 era la resultante del accionar de un grupo de jóvenes idealistas, progresistas, que con sus actitudes pretendían, política y socialmente, el futuro de nuestro país a imagen y semejanza de otros paradigmátihcos casos, léase Cuba. 1 -Luis Mattini ( Arnold Kremer ) Hombres y Mujeres del PRT ERP FOTOS DE LAS MILICIAS POPULARES DEL ERP EN EL MONTE TUCUMANO "Jovenes idealistas"
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