La Iglesia repudió el clientelismo y la dádiva de cara a los comicios
La Conferencia Episcopal pidió dejar atrás las prácticas demagógicas; advirtió que el país "sufre fragmentación y enfrentamientos"; nueva exhortación a la división de poderes
Las elecciones de octubre merecieron un párrafo en el documento final de los obispos reunidos en la Conferencia Episcopal Argentina, que preside el cardenal Jorge Bergoglio.
Sin rodeos pidieron "dejar atrás las prácticas demagógicas y presiones indebidas, como el clientelismo y la dádiva, que desvirtúan el profundo significado y degradan la cultura cívica".
En ese sentido, aseguraron que "es obligación del ciudadano controlar la gestión del gobernante".
Esos mismos conceptos aparecen en el documento que los obispos elaboraron en su anterior reunión en el mes de abril pasado, poco antes de las elecciones porteñas. De todas maneras, el renovado pedido de los obispos recobra actualidad cuando faltan casi dos meses para los comicios presidenciales.
El texto incluye además una fuerte advertencia: "Nuestro país sufre todavía fragmentación y enfrentamientos, que se manifiestan tanto en la impunidad, como en desencuentros y resentimientos. Nos queda pendiente la deuda de la reconciliación", manifestaron los obispos.
El plenario, acotado a una veintena de obispos que sesionó durante tres días, también exhortó a avanzar hacia una autonomía "real y auténtica" de los tres poderes del Estado, condición que los curas consideraron "imprescindible" para el ejercicio de la democracia.
Asimismo, repitió el texto difundido entonces en el que también instaban a "promover el verdadero federalismo, que supone el fortalecimiento institucional de las provincias, con su necesaria y justa autonomía respecto del poder central".
Crisis en Santa Cruz. El texto difundido por el Episcopado no incluye una referencia expresa a la situación de tensión que se vive en la provincia del presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, días atrás había enviado gestos de apoyo al obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, que encabezó una marcha opositora en esa ciudad tras la violencia ejercida por el ex funcionario kirchnerista Daniel Varizat, que atropelló a 17 manifestantes.
“No es extraña la intervención del obispo, porque la Iglesia participa cuando la paz social corre peligro”, afirmó el martes último a LA NACION el padre Jorge Oesterheld , director de la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
Asimismo, el vocero episcopal llamó a Romanín para interiorizarse de la situación en esa provincia y después informó sobre esa conversación telefónica a las máximas autoridades del Episcopado.