ARTÍCULOS DE MI VIEJO ARCÓN… (15 ).El DIRECTOR.
EXTRAÑO ORIGEN DE UNA AFAMADA CANCIÓN
Por Alvaro Cartelli. “ La Prensa “. 13-II-1992.
Difícil. Hubiera sido imaginar que después de veintidós años de matrimonio, frustradas todas las esperanzas por conseguir descendencia, la reina Ana de Habsburgo , esposa de Luis XIII de Francia, lograra a la ansiada gravidez, en esta ocasión, afortunada. Era ya proverbial que en París toda la buena gente ansiara que el rey tuviera un hijo varón ,ya que en caso contrario, el trono recaería en el hermano de Luis XIII, Gastón de Orleáns, un estúpìdo , vanidoso y débil y peligroso ambicioso sujeto que en 1636 había formado parte de un complot para asesinar al cardenal Richelieu, el “ alter ego “ del soberano ahora reinante .Ni en el trono de Francia hubiera podido llegar a reinar, pues su coronación hubiera sido una buena excusa para el estallido de una guerra civil. De ahí las oraciones y promesas al Altísimo, el rezo de novenas especiales rogando a Dios por el nacimiento de un varón, mientras Ana usaba el cinto de la Bendita Virgen que le fuera concedido en préstamo por la Orden de los Capuchinos de Notre Dame du Puy , en la esperanza de que el vástago no hubiera podido suceder a su padre en el reino.
A los treinta y siete años, Ana era una hermosa mujer de fornida estructura, rubios cabellos, grandes ojos, nariz levemente larga y boca roja y pequeña .Su esposo tenía una gran pasión : la cetrería..Era apuesto y bien parecido ; de rostro alargado, grandes ojos castaños , nariz recta y labios carnosos. Tenía por entonces treinta y seis años de edad: el tan guardado nacimiento se produjo un día domingo ; la criatura era un varón corpulento e impecablemente formado que pesaba cuatro kilos 100 gramos .De acuerdo con la ancestral costumbre, el recién nacido fue lavado con vino y aceite de rosas rojas
A renglón seguido Madame Péronne, la partera principal , trajo al rey su hijo , señalándole orgullosamente que el niño había nacido con dos dientes. Este aparente feliz presagio que alegro a la Corte en pleno, sería permanente tortura para sus nodrizas ya que la primera en encargarse de su alimentación Elisabeth Ancel , al cabo de tres meses de prestar importantes servicios debió retirarse con el pecho desgarrado por los incisivos del pequeño. La reemplazó Pierrette Dufour la que asimismo terminó por renunciar al servio a causa de los mordiscos de la fierecilla. Luego vino Segneville Thierry , la que como las nodrizas que la precedieran debió padecer aquel martiriológico aferramiento de sus carnes más sensibles.
Sin embargo si se llegase a suponer que la dentadura del futuro Luis XIV sería, sino perfecta , al menos soportable, caeríamos en un gran error ya que su dentadura fue en vida del soberano causa de una verdadera tortura. A la edad de cuarenta años el rey no contaba sino con unos escasos raigones. Había sido necesario arrancarle todas las muelas del lado izquierdo de la mandíbula superior, operación realizada con la suficiente torpeza que cuando bebía o gargarizaba , el líquido llevado a la boca pasaba por ésta a la nariz , la que se convertía en una molesta fuente .La ausencia de dentadura y la consiguiente depresión manifiesta en la musculatura labial ( Músculo orbicular ), y debajo de los pómulos, no pudo ser totalmente disimulada en los retratos del “ Rey Sol “, si bien consiguieron en buena parte despistar los pinceles la desagradable impresión de succión que la falta de molares provocaba en el real rostro.
Pero su incorrecta masticación, no fue óbice para que Luis XIV conservase un apetito que entraba en la tan frecuente categorización bulímica, causa de sus frecuentes ataques de gota, dispepsias, indigestiones y vértigos. Sólo durante la abstinencia de cuaresma su estómago disfrutaba de un relativo descanso.
Un ejército de servidores se alojaba en las dependencias, llamadas el “ gran conmun “ , para que trescientas veinticuatro personas se ocupasen de la alimentación del real desdentado. La panadería se ocupaba de todo lo concerniente al cubierto, el pan, y la mantelería; la bodega atendía el vino y el agua; la cocina velaba por la preparación de los manjares ; la frutería, también tenía a su cargo la atención de los velones, las bujías y los candelabros ; la leñería cuidaba el carbón y de la leña.
A la hora de la comida los platos eran llevados procesionalmente bajo la dirección del primer maestresala acompañado por 36 gentileshombres de cámara y doce maestros que llegaban a la mesa del rey, puesta ordinariamente en su habitación. Esta ceremonia se perpetúo hasta el reinado de Luis XVIII. Luis XIV comía siempre sólo , salvo excepciones. Como el desayuno del rey era frugal ,apenas una taza de caldo y más una infusión de salvia ; a las diez de la mañana el rey se le despertaba el apetito y a esa hora se le servía el almuerzo que consistía en : Caldos. Dos capones para su preparación y cuatro perdices con coles. Sopas. Preparadas con seis pichones ; una de crestas y pecadillo ( dos sopas más de repuesto: un capón picado y otra de perdiz ).Entrantes. Un cuarto de ternera y una pieza de legumbres alrededor que pesaban unas 28 libras ; doce pichones para empanadas. Segundos entrantes. Seis pollos cochifritos, dos perdices en picadillo.. Otros entrantes: tres perdices en salvia, seis empanadas tostadas , tres pollos cebados con trufas. Asados. Dos capones cebados, nueve polos, nueve palomas, dos pollos tiernos, seis perdices, cuatro empanadas. Postres. Dos cuencos de porcelana llenos de frutas crudas, otros dos de confituras secas y cuatro de compotas y confituras líquidas.
No se supondrá que, pese a su regio apetito, Su Majestad manducaba todo cuanto llegaba a su mesa , ya que hubiera sido imposible ingerir tal cantidad de alimentos para un ser humano con estómago normal. No hemos mencionado en el listado precedente los entremeses que variaban de acuerdo con el tiempo y las estaciones. Pero no vaya a creerse que estos “ entrements “ consistían en bagatelas aperitivas. Consistían en salchichas, morcillas blancas , pasteles trufados, un refrito de viandas guisadas llamado “ ropa vieja “ , por no seguir agregando otras delicias.
Quedaban de este modo justificados los achaque que padecía el rey además de una fístula (*) que en la época dio que hablar. Sedativos, ungüentos, emplastos, compresas, cataplasmas, purgas , sangrías , vulnerarios , lavativas , todo se probó sin mejoría del paciente. Entonces fue cuando debió recurrirse a la operación que logró curar al rey, acontecimiento celebrado en todo el reino , especialmente en París donde se le ofreció una titánica comida que, duro como era, resistió sobreviviendo. Además se lo homenajeó con un célebre himno ¡ Dios Salve al Rey ! que un inglés en tránsito por Francia copió y llevó a su país que lo adoptó como canto nacional. ¡ Quién diría que el famoso “ God save the king “ tuvo cuna en la fístula de Luis XIV !...
(*) –El Director, como siempre, definición de FÍSTULA: “ Comunicación anormal entre dos epitelios que normalmente no se comunican “ Ejemplos En la mejilla salida de saliva –anormalidad de la mucosa bucal con la piel,
Intestinal-generalmente después de una resección intestinal por herida, por tumor u otras patologías- a través de la herida quirúrgica, ésta se abre en la piel y vuelca su contenido intestinal.
Creo que la Fístula de Luis XIV sería con seguridad un Fístula de Margen de ano. Su causa en el taponamiento de las Glándulas de Morgagni de la parte recto anal, creando lo que en patología quirúrgica se llama “ Cavidad Cerrada “; que generalmente por poseer gérmenes comienzan a exaltar su virulencia y buscan en definitiva la salida del pus en las zonas de la piel perianal, por un o varios orificios que duelen y mortifican. Su intervención quirúrgica es delicada y consiste sintetizando, su extirpación del o los trayectos anormales, cuidando de no lesionar los esfínteres (3) recto anales.