miércoles, junio 20, 2007

PATRIA ARGENTINA.Junio 2007

“ PATRIA ARGENTINA”. JUNIO 2007.

SIN PLATA Y SIN FE.

Por el Dr. Hugo Esteva.

“ Sin plata, sin tierra y sin trabajo “.Así, dijo el zar de la soja en la Argentina- Gustavo Grobocopatel- , que se puede producir en nuestra patria. Una audiencia heterogénea pero básicamente ajena a la naturaleza de su discurso, se quedó con ganas de discutir las sentencias que expresara-“ urbi et orbi “- durante una reunión que buscaba acordar sobre el “ pensamiento nacional “ .Pero el hombre adujo motivos familiares seguramente legítimos y, con la última palabra, dejó a la platea con ganas.

Digo audiencia heterogénea porque, ante los dichos restallantes de economicismo del poderoso sojero, los políticos con cargo y los funcionarios siempre presentes asentían como ante el oráculo de la “ recuperación “, iluminados además por la idea de que el hombre le va a explotar 200.000 hectáreas al amigo Chávez en las vírgenes tierras venezolanas. En cambio, el resto común de los mortales, peronistas por amplía mayoría, no lograba evitar la expresión escéptica. Era, en realidad, un “ déjá vu “ .Todos habíamos oído periódicamente el mismo discurso. Sólo que ahora estaba referido más crudamente a la producción primaria.

No es tampoco cuestión de olvidar .En todos lados y en todo tiempo se cuecen habas.. Y el reparto original de nuestras tierras así como la manera de financiar su productividad no necesariamente ha sido una excepción. Ya se sabe que tras la conquista del desierto no fueron los soldados premiados quienes conservaron la tierra ganada, sino que en muchos casos comerciantes y profesionales que venían en la retaguardia se quedaron con mucho por casi nada. No en vano la confesión “ Nuestros padres fueron sabios, guerreros y artistas. Nosotros somos comerciantes, usureros y agiotistas “, autodefine tan claramente a los de la “ generación del 80 “. Menos aún cabe ignorar que el crédito bancario se extendió desde un comienzo sobre las no siempre centradas cabezas de los “ amigosdel régimen de la Organización Nacional.

Sin embargo, sólo esa clase de resentimientos profundos, que hoy encabeza Kirchner, puede a la vez, ignorar el paralelo esfuerzo que lleva generaciones traspasando épocas buenas y malas en la producción agropecuaria .Y es justamente a ese esfuerzo al que burla, sin atenuantes, la actitud del zar de la soja.

Porque, en efecto, su discurso y sus hechos apuntan a reducir la producción a los especulativos términos de la actividad financiera .Y eso rebota

Tuve que transponer unas cuantas telarañas para ubicar el recuerdo que se remonta a la adolescencia. Porque fue al comienzo de los años 60 cuando los efectivos de Acindar- donde no en vano entonces dirigía José Alfredo Martínez de Hoz-quisieron convencernos de que éramos los dirigentes del futuro para manejar la “ patria financiera “.El implacable, acerado discurso económico, convenció a unos cuantos de mis discípulos secundarios de entonces, a quienes les había ido tan bien o mejor que al gordito de Alfonsín .Pero en aquellos días- que sólo los otarios pueden calificar de dorados- se anunciaba ya este pantano en que iba a atascar el país. Bajo técnicos disfraces de capitalistas “ con sentido social “, luego neoliberales, esos lugartenientes anunciaban que en la patria y en el mundo se iba a generalizar el cambio cualitativo más importante de la época : el “ poderoso caballero “ ( don “ dinero “),

ganador de la guerra y la post-guerra y, arrasando con todo resabio medieval, transformaría la actividad económica en financiera.

A partir de entonces, en cada actividad, el encargado de producir debió subordinarse al idioma tiránico de gerente financiero. Después, ya sabemos lo que pasó :argentinos endeudados y bancos extranjeros ricos. Más allá de los gobiernos civiles o militares, un poquititito de derecha o un poco zurditos , la perinola de la patria cayó indefectiblemente en el “ todos ponen “.No voy a insistir.

Pero ahora el círculo quiere completarse. Porque las finanzas se meten en el campo con su ductilidad de amebas que arrasan a una producción al que el Estado no sólo no ayuda, sino a la que ha soltado la mano. Por supuesto, no se va a ver de un día para otro, pero la sojizaciónse va a pagar. Que no estoy justificado para justipreciar, sino porque a los argentinos la mentalidad de llamar commoditiesa cosas que siempre fueron como mínimo incómodas de producir- como los granos- habla más de especulación con cifras y de revoleo bursátil que de verdadera tarea agrícola.

De tal modo que “ sin campo y sin trabajo “hay un solo modo de meterse en la actividad agropecuaria : con los prestamos bancarios que no sólo influirán sobre el que los obtenga-unos pocos ligados al actual sistema dominado por el imparable HSBC y expresiones internacionales menores- sino que van a afectar, antes o después, a toda la cadena .Desde los dueños de campo que alquilan hasta los contratistas y todo lo que no sea “ moral “ del dinero.

Está claro. Primero, como ya sucede, irán empujando los límites de los campos de cría y colaborando con la desaparición del ganado. Después fluctuarán los precios según incontrolables ventarrones mundiales. Pero el dinero va a seguir costando cada vez más y pidiendo su libra de carne que, por supuesto, no va a ser exclusivamente carne animal.

Sólo un Estado preciso, sabio y recto puede regular en circunstancias así. Previniendo catástrofes. Pero a ese Estado no lo van a ordenar estos políticos. Pueden tener momentáneamente plata, pero nunca tuvieron fe.

La soja transgénica monsantiana ( por el laboratorio Monsanto ), está ayudando a conformar la mayor concentración privada de tierra en la SArgentina desde los tiempos de la Enfiutesis rivadaviana: 6200 propietarios concentran casi el 50% de la tierra. Cerca de 20 millones de hectáreas est an en manos de multinacionales ( cumplen una función equivalente a la estatización de toda la tierra y a la formación de empresas agrarias estatales, con relación al Imperio )