El testigo del tiempo. Bitácora.
La misa moderna ha fracasado.
Aunque algunas reformas del Cocilio Vaticano II fueron positivas, la degradación de l liturgia, la trivilización de la misa moiderna, son consecuencias negativas que pueden interpretarse como un fracaso, dijo el obispo Albert Malcolm Ranjith Patabendige, Secretario de la Congregación del Culto Divino.
No son palabras triviales de un desconocido ; el clérigo cingalés desde diciembre de 2005 ocupa el cargo en el dicasterio vaticano a cargo de la liturgia. Y monseñor Ranjith es uno de los hombres más cercanos al Papa Benedicto XVI.
Las palabras que dijo a la revista Incide the Vatican fueron claras e inequívocas: “ La reforma posconciliar de la liturgia ha sido incapaz de alcanzar las metas esperadas de renovación espiritual y misionera de la Iglesia “, dijo.
Aceptó progresos, pero “ los efectos negativos parecen haber sido mayores causando mucha desorientación en nuestras filas “.
El Obispo de Sri Lanka dijo que los resultados son “ iglesias vacías y un “ desorden “ y “ autonomía “ litúrgicas que han obscurecido el auténtico sentido de lo que se celebra “ en la misa.
¿ Que hacer ?.El obispo Ranjith no titubea : “ Uno tiene que empezar a preguntarse si el proceso de reformas se manejó correctamente .Tenemos que ver con atención lo que ocurrió, rezar, reflexionar sobre sus causas y con la ayuda del Señor, actuar para hacer las correcciones necesarias “.Las palabras del prelado son implacables: no considera que la secularización será la única responsable. Hay una crisis de fe que aunada a los impulsos por experimentar e incorporar novedades a la liturgia ha hecho de la misa una fiesta. “ Necesitamos recuperar en el culto un auténtico sentido de lo sagrado y de lo místico “.
Ranjith reiteró un mensaje que le es familiar, la celebración eucarística no es un producto que los sacerdotes individuales puedan manipular o modificar : pertenece a la Iglesia y si tiene formulismos estos son hijos de una historia larga y compleja. “ La Eucaristía tiene un significado propio que no puede dejarse a la idiosincrasia de cada celebrante individual “.
Según el obispo, el Papa Benedicto XVI es perfectamente conciente y está dispuesto a realizar las correcciones que sean necesarias.
Esto podría significar, por ejemplo, un retorno parcial a la misa tridentina, previa a la aprobación por el Concilio Vaticano II en la década de 1960, lo que, se dice., estará expresado en un motu propio papal y cuya fecha y contenido Ranjith dijo desconocer.
Incide the Vatican