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 Lo más                      lamentable del país no es que esté al borde de la quiebra o                      que se asesinen los bebés no nacidos o que se pervierta a la                      juventud y hasta a la niñez o que se piense en la eutanasia,                      negación del alma, como una solución o que se compre la                      dignidad de los ciudadanos o que se los cante de hambre.                      Estas son las                      manifestaciones, la forma expresiva del fondo perverso de lo                      que sí es lo más lamentable que vive el país: la                      mentira. La mentira,                      esa deleznable inconducta que destruye la persona, la                      familia, el barrio, la comunidad                      nacional. La mentira,                      esa que hace apetecible lo que a naturaleza del hombre                      rechaza con asco. La mentira,                      la madre de todos los vicios y de todas las                      perversiones. Nadie ni                      nada sobrevive a la mentira. El                      mentiroso, al quedar al descubierto, es mirado con desdén                      por sus prójimos y rechazado. En boca del mentiroso                      hasta lo cierto se hace dudoso dicen los                      viejos y esa persona, una vez descubierta, sabe que no tiene                      más retorno. El engañado                      también paga un precio muy caro. Por la mentira de que fue                      objeto su honra fue destruida o perdió bienes o hasta la                      vida. Quienes                      conforman la comunidad que convive con la mentira pierden un                      espacio de vida irrecuperable, su historia, a personas que                      dejaron de ser confiables injustamente y la pérdida de una                      sola persona es irreparable; pierden el rumbo, la esperanza.                      Es el desguace social Nunca más,                      ni aunque se proclame la verdad sobre la persona o los                      hechos distorsionados o difamados -tal es este caso del P.                      Christian- la percepción de la realidad será totalmente                      objetiva. La                      sospecha fue instalada y siempre quedarán lacras y                      quienes sigan gustando creer en la mentira. Los nazis lo                      sabían muy bien, estos también pese a ser progesistas. ¿Por qué                      esta reflexión a mano alzada sobre la                      mentira?: Simplemente                      por la información difundida por la agencia oficial de                      noticias argentinas TELAM de que el principal testigo                      sobreviviente                      (el más importante se desdijo de su acusación aduciendo que                      no le pagaron lo convenido por decir lo que dijo y fue                      asesinado posteriormente) la de la causa von Wernich “no duda en declarar”                      a la vez que sostiene que el citado cura "en medio de ese                      ambiente de horror y violencia permanente, Von Wernich era                      la única persona que nos trataba                      bien". Y si los                      trataba bien, ¿por qué está                      preso? ¿De qué lo                      acusan? ¿De tratar bien a los                      prisioneros? ¡Qué                      vulgaridad! En                      el país donde sucede el mamarracho Gérez, este es otro,                      nomás. Una rutina. Christian von                      Wernich fue sobreseído y lo                      publicamos en este diario digital, de la acusación de                      homicidio. Sabe, también lo dijimos desde PyD, que sabe que morirá                      preso, que no sale más y ese es su ofertorio. Está resignado                      y hasta contento de conocer de antemano su sentencia,                      que la corona                      del martirio no es para débiles y sí para                      elegidos. Su causa no                      ennoblece a la justicia argentina como tampoco la que tiene                      presos a Eduardo Ramos                      o a Jorge                      Carnero Sabrol o a Víctor Brusa o                      a tantos otros, pero eso es lo de menos. Lo que vale es el                      circo ya que pan no hay. Luis                      Velasco, que seguramente estuvo                      detenido y liberado en 1977 durante la dictadura por robar flores en los                      jardines de Quilmes Jorge Asís dixit, residente en                      España "porque creo                      que mi vida y la de algunos testigos corre peligro",                      sostiene, fue liberado en 1977 Dice también                      "Me vuelvo a sentir                      como un exiliado otra vez" a raíz de las visitas que                      realizaba a la Argentina y que decidió suspender por                      cuestiones de seguridad.  Oportuna y                      trascendental declaración que avala el terror inspirado en                      la sociedad de los testigos inocentes por la derecha tenaz y                      asesina que secuestró a Gerez y lo soltó impoluto luego de                      hacerle perder un asado con los amigos. Grave atentado contra                      los derechos de un ciudadano porque hoy como                      siempre en mi pago                      un asao no es de naides y es de                      todos… Pero me voy                      de la nota con un interrogante lúdico: Siendo como son, tan                      vulgares y torpes quienes conducen el final de este mandato                      K, ¿cómo seguirá esta historia si los KK re-ganan en                      2007? ¿Más                      divertida aún?                       La noticia                      de TELAM 
 El                      principal testigo contra Von Wernich no duda en                      declarar Luis Velasco                      admitió tener miedo pero dijo que testimoniará por su                      “compromiso con el presente y el futuro de mi país”. Además,                      adelantó que va a pedir custodia policial porque cree que su                      vida “corre peligro”. El sacerdote está acusado de                      violaciones a los derechos humanos durante la última                      dictadura.  Luis                      Velasco, el principal testigo en el juicio contra el ex                      capellán Christian Von Wernich por violaciones a los                      derechos humanos, admitió tener miedo de declarar aunque                      dijo que eso no lo "hace dudar de hacerlo".                       A la espera                      del llamado de la justicia, Velasco se ha convertido en                      testimonio central en el juicio que por delitos de lesa                      humanidad sentará en el banquillo al ex capellán de la                      policía bonaerense de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz.                       A pesar de                      reconocer sentir temor por su vida, el testigo se mostró                      decidido a declarar en la causa "no sólo por mi compromiso                      con el pasado, con los compañeros desaparecidos" durante la                      última dictadura militar sino también por "mi compromiso con                      el presente y con el futuro de mi país".                       En                      declaraciones a radio Rivadavia, Velasco, que vive en España                      desde que fue liberado en 1977, aseguró que vendrá a                      declarar a pesar de lo ocurrido con el albañil Luis Gerez, y                      con la desaparición de Jorge Julio López.                       "Me vuelvo a                      sentir como un exiliado otra vez" dijo a raíz de las visitas                      que realizaba a la Argentina y que decidió suspender por                      cuestiones de seguridad.  Con relación                      a su presentación judicial, Velasco admitió que va a pedir                      custodia policial "porque creo que mi vida y la de algunos                      testigos corre peligro".  Luis Velasco                      fue detenido en julio de 1977 en la ciudad de la Plata y                      trasladado a la Brigada de Investigaciones, donde conoció al                      ex capellán de la bonaerense quien según su testimonio "no                      hacía visitas espirituales sino de inteligencia" en los                      centros clandestinos de detención.                       Velasco                      afirmó que "en medio de ese                      ambiente de horror y violencia permanente, Von Wernich era                      la única persona que nos trataba bien", con lo                      que lograba que otros detenidos se vincularan con él y así                      obtener información.  El ex                      capellán policial está acusado de complicidad en 45 casos de                      privación ilegal de la libertad y torturas, 3 homicidios y                      la apropiación de la hija de una pareja de desaparecidos,                      nacida en cautiverio. Infórmese en                      www.diario7.com.ar Suscribirse                      en ed.dia7@gmail.com |