LOS TREMENDOS ERRORES POLITICOS HACEN QUE SE CAVEN LA FOSA SOLOS
Los mayúsculos y tremendos errores del gobierno en el manejo de los aspectos relacionados con la marcha y concertación que organizó el Ingeniero Juan Carlos Blumberg en reclamo de una mayor seguridad, son realmente de terror y pusieron en evidencia dos aspectos fundamentales de la actual situación política argentina.
En primer lugar, el temor, casi diríamos verdadero miedo del gobierno a toda expresión popular organizada. El autoritarismo antidemocrático del gobierno de Kirchner puso en evidencia su profunda repulsa a todos los actos de este tipo, que en realidad son unas de las expresiones más democráticas consagradas en nuestra Carta Magna: la de peticionar.
El gobierno desde varios días atrás, utilizó todo tipo de artilugios de cualquier naturaleza para desalentar la convocatoria de Blumberg. En todas estas chicanas, utilizó los recursos del Estado que costea el pueblo argentino. Todas profundamente viles, sucias y antidemocráticas. Muestras de profunda intolerancia. Muestras de temor y de inseguridad.
Y en segundo lugar, Kirchner demostró cuan lejos puede llegar y a que está dispuesto. El hecho de haber organizado o permitido, también con recursos del Estado, la contramarcha encabezada por D´Élía, el pintoresco ex piquetero convertido en un moderno Robin Hood, a pocos metros de la concentración de Blumberg, tiene dos significados altamente preocupantes: por un lado una gravísima irresponsabilidad del presidente al permitir una situación en que ambas concentraciones separadas apenas por unos pocos metros, podría haber desencadenado un conflicto social violento, ante el menor incentivo o provocación de cualquiera de las partes, que afortunadamente no ocurrió.
Por otro lado que Kirchner es capaz, en su innata fobia antidemocrática, echar mano de émulos de las “camisas pardas o camisas negras” de los totalitarismos más aberrantes del siglo anterior. La fuerza de choque que representan los piqueteros en general, pero particularmente los incentivados y protegidos por el gobierno, constituyen por sí solos, una verdadera amenaza a la convivencia democrática.
Esta nota no tiene por objeto describir la convocatoria de Blumberg que fue tratada en extenso en todos los medios. Simplemente a modo de resumen, podemos decir que fue una ordenada expresión democrática de una demanda popular, llevada a cabo sin violencias, ni físicas ni verbales y manteniendo un nivel de comportamiento altamente civilizado. Un verdadero éxito en la difícil y esquiva democracia argentina,que no termina de afirmarse con los mediocres gobernantes que actualmente tenemos.
Blumberg expresó en varias oportunidades que la marcha no tenía objetivos ni finalidades políticas. Le creemos, pero no deja de ser un afirmación cándida, producto seguramente de su inexperiencia en el terreno que está transitando.
Toda expresión popular de demanda o apoyo a alguna situación en particular, constituye de por sí, un acto político.
Tal vez Blumberg genuinamente no se lo propuso, pero la concertación constituyó un acto político de verdadera magnitud.
Y de su lectura se pueden sacar varias conclusiones:
· La Plaza de Mayo en modo alguna pertenece a alguien en particular. Es de todo el pueblo argentino.
· El fervor y la fe demostrada por el pueblo argentino en los sucesos de diciembre del 2001 que motivaron la renuncia del Dr. De La Rua, se mantiene intacto ante una convocatoria adecuada .
· El pueblo argentino suele ser cauto, casi temeroso en su participación política. No obstante ante demandas legítimas y concretas no se amilana ante nadie, pese a las amenazas existentes, y se juega por sus convicciones.
· Kirchner dejó de ser el presidente con una aceptación generalizada. El hechizo mediático que estaba ya en franco retroceso, se rompió definitivamente. Los reunidos en esta convocatoria multitudinaria repudiaron a su persona y a varios de sus colaboradores más cercanos.
· El presidente se sacó la mascara de hombre democrático y puso en evidencia su personalidad contradictoria y autoritaria, que reflejaban las crónicas de cuando era gobernador de la provincia de Santa Cruz.
· El gobierno puso de manifiesto su incapacidad para manejar demandas populares que no coinciden con sus propios proyectos. En esta en particular no dejo torpeza por realizar.
· La convocatoria de la contramarcha, pese al apoyo oficial recibido, solo pudo reunir unos pocos cientos de personas.
· También puso en evidencia profundas divergencias internas.
· La debilidad de Kirchner surgió de pronto y se percató que realmente está solo. Los que concentran en demasía el poder para su uso exclusivo, siempre lo están.
Seguramente el colon enfermo de Kirchner, oculto en la Casa Rosada, debidamente reforzada en su seguridad, debe haber sangrado más que de costumbre. Por ello deben haber apreciado mal la concurrencia a la concertación: solo 8.000 personas. Se equivocaron solo en 142.000personas.
Pensamos que este insólito gobierno encontró la horma de sus zapatos y comenzó entrar en un cono de sombra. Creemos y ya hace tiempo que lo afirmamos, va a terminar como el gobierno de De la Rúa.. Tarde o temprano.
Mientras mantenga gente como el obeso ex piquetero, la democracia y la resistencia al absolutismo y a la tiranía de este país está asegurada.
Los tremendos errores políticos del gobierno que cada vez se evidencian más, hacen que se caven la fosa solos.
EL PRESIDENTE Y SUS FUNCIONARIOS
Sr. Director:
Leo el análisis que hace Morales Solá del acto convocado por el Sr. Blumberg, mesurado y directo. Me dice que estamos en muy serios problermas cuando se pregunta "¿Dónde está la debilidad del Presidente para que su subsecretario de Estado amenace con una democracia en movilización permanente en el espacio público? El problema de la Argentina no es la debilidad de su presidente, sino el exceso de poder en manos de un solo hombre. "
Y veo otras actitudes, aunque se me pueda acusar de tremendista, y quiero decirlas: Ese funcionario no dice nada por sí mismo, repite siguiendo instrucciones de su empleador. De otra manera, no se entiende que la más alta autoridad lo siga teniendo en funciones, y a nivel de subsecretario de Estado. Si sigue en su cargo es porque le es útil, le está sirviendo. Dice cosas que, aún este gobierno, no puede poner en boca de alguien con cargos superiores a él. Pero el problema que les presenta a sus mandantes, es que aparentemente pueden medianamente controlar algunos de sus actos pero les está resultando demasiado difícil controlar sus palabras. Me causaban temor cívico las cosas que hacía. Ahora me dan más vergüenza las que dice.
Este Presidente no es débil, como bien dice el columnista, y al ser una realidad lo del exceso de poder, veo acertado que haya escrito "el problema de Argentina" eludiendo nombrarla como República, porque ya dejó de serlo. Dónde está la división de poderes? Dónde está la rendición de cuentas sobre sus actos? Dónde están tantas cosas que faltan? Y me hago estas preguntas con la Constitución y muchas leyes en la mano. Y entonces sigo nombrando a este lugar simplemente como Argentina. Seremos capaces de renacer?
CARLOS LEFEVRE
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